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Sevilla, Espa帽a |
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[Detalles] |
Suecia gana un Eurovisi贸n sin frikismos |
Noticias - Noticias musicales |
Escrito por Marina Arjones Maldonado |
Lunes, 25 de Mayo de 2015 08:34 |
Por primera vez en mucho tiempo, el certamen, que naci贸 en 1956 con esp铆ritu mel贸mano, se desprendi贸 de su frikismo y los personajes estrafalarios. Aunque la gala arranc贸 con una Conchita Wurst, esa mujer barbuda de voz angelical que gan贸 la 煤ltima edici贸n representando a Austria, volando sobre el p煤blico como una super hero铆na, todo se desarroll贸 sin la cafe铆na de otros a帽os. Cierto que en este espect谩culo, m谩s televisivo que musical, hubo muchos fuegos artificiales, ilustrados por potentes juegos de luces en cada una de las actuaciones, pero ni la mejor pirotecnia multimedia y de alta definici贸n que se recuerda pudo darle la sorna suficiente a este chiste musical en el que se ha convertido Eurovisi贸n desde que en Espa帽a ya sabemos que somos capaces de ganar eurocopas y mundiales de f煤tbol. Porque desde que se acab贸 la maldici贸n en el deporte rey podemos ganar cualquier campeonato menos Eurovisi贸n. En el festival de la canci贸n europea, aunque por ah铆 se cuelen Israel, Azerbaiy谩n e incluso en esta edici贸n Australia, hay un chiste, eso s铆, que sigue sin fallar: el del ingl茅s, el franc茅s, el alem谩n y el espa帽ol, aunque, para ser precisos con lo sucedido ayer, habr铆a que decir el del sueco, el ruso, el italiano y el espa帽ol. El sueco Mans Zelmerl枚w, que era el gran favorito de las casas de apuestas pese a que pesa sobre 茅l la sombra de plagio a David Guetta en su tema Heroes, gan贸 para su pa铆s el concurso. Por detr谩s quedaron la rusa Polina Gagarina, vestida como una Marilyn Monroe de los Urales que casi rompe a llorar tras su interpretaci贸n, y los italianos Il Volo, jugando a ser unos Il Divo adolescentes con su Grande amore. Y sin faltar en el chiste, entre tanta m煤sica buen rollista, el espa帽ol. En este caso la madrile帽a Edurne, cuyo Amanecer no tuvo el reconocimiento deseado y qued贸 en un triste puesto 21. De nada sirvi贸 su puesta en escena atrevida con el cambio de vestido y el bailar铆n Giuseppe di Bella en plan troyano, a torso desnudo, respaldando a la cantante rubia. Todos fueron fieles representantes de las canciones enf谩ticas que anoche dominaron Eurovisi贸n. S贸lo que a Espa帽a nos dejaron a la altura del bet煤n una vez m谩s. Canciones pomposas, extremadamente espumosas, con acentos sobrecargados, horteras y explosivas como pi帽atas infantiles compradas en una tienda de todo a un euro. Era tirar de la cuerda y pod铆an llegar a salir cosas verdaderamente sonrojantes, como el israel铆 Nadav Guedj con su pop indescriptible o la letona Aminata con sus gritos vacuos y estridentes. Sin el carnaval de otros a帽os, faltando los zancos, los pelucones, los disfraces, las chorradas y los chikilicuatres, todo quedaba reducido a la m煤sica y, entonces, Eurovisi贸n ten铆a que explicarse a s铆 mismo como festival. Al menos, en su defensa, se quedaron por el camino de las votaciones canciones interesantes y emotivas como la de la pareja de Estonia formada por Elina Born y Stig R盲sta o la del australiano Guy Sebastian, que con su voz aguda y R&B entusiasta parec铆a estar a medio camino entre Pharrell Williams y Bruno Mars. Eran las que m谩s gracia art铆stica ten铆an dentro de Eurovisi贸n, el festival al que Espa帽a acudi贸 otro a帽o m谩s con muchas expectativas, pero que terminamos siendo como la Espa帽a de f煤tbol de antes de la llegada de Xavi, que ayer se despidi贸 de su afici贸n. Un chiste sin 茅xito. |